viernes, 15 de marzo de 2013

Diagnóstico


Venezuela es un país marginal. Al decir esto se refiere que Venezuela esta al margen de haber perdido la conciencia de sí, sin definición de sí mismo. A través de estudios se ha podido observar que el 80% de la población venezolana proviene del abandono, teniendo problemas en el triangulo familiar, con padres ausentes y sin comunicación, notándose también que esta es una sociedad machista por así decirlo. Además la crianza de la mayoría de los niños del país queda en manos de las señoras de servicio mientras los padres se encuentran metidos en su importancia, en su ignorancia o distraídos en sus limitaciones. Esta marginalidad no solo se ve expuesta en esto, si no también en las parejas donde el hombre cree tener el poder sobre la mujer, este piensa que tiene el derecho a maltratarla, golpearla, abandonarla por otra, y a la vida familiar dejando a los niños para que la madre se encargue ya que ellos consideran que el hombre pertenece a la calle y es para la calle. En la realidad venezolana tristemente se nota como nuestro país es un pueblo marginado. No solo en el punto de vista socio-económico si no también en el punto de moral y ética. La marginalidad es la manera de pensar, de ser, de existir y el venezolano se ha arraigado a costumbres erróneas que lo hacen estar completamente marginados. En Venezuela esta es nuestra paradoja esencial “somos ricos para ser pobre, tenemos todo para no tener nada”. En la sociedad es muy difícil cambiar estas conductas, son pocas las familias que se mantienen unidas y crian ellos mismos a sus hijos. Las generaciones se van creando con los mismos ideales, ya que los niños maltratados son los mismos adultos que posteriormente maltrataran a sus hijos ya que esto se ha vuelto una cadena debido a que la gente piensa que esta bien esta conducta y que las cosas deben se así.
Venezuela es un país desinformado. En nuestra cultura se ha acostumbrado a que el otro no debe saber la verdad. Por ejemplo, el padre la niega a sus hijos, el médico a sus pacientes, el gobierno al pueblo, el periodista a su lector. Esto nos demuestra que el venezolano descalifica la capacidad del otro para entender y manejar la información. La realidad de nosotros es que nadie informa debido a que realmente a nadie le interesa que el otro este informado. Se vive bajo mentiras por miedo a las consecuencias que pueda traer decir la verdad. El país no debería de guiarse por esto; ocultan la verdad por miedo, por ejemplo, si para tapar un hueco es tanta la burocracia, ¿qué pasaría cuando sea algo un poco mayor?.
Venezuela es un país sordo. Una característica de nuestro país es que nadie escucha. Los venezolanos estamos acostumbrados a traer personas del exterior que con su mal castellano vienen a exponernos lo mismo que un venezolano preparado es capaz de explicar con un mejor acento y a un precio más económico. Entre los mismos venezolanos se ha generado la idea que ningún venezolano sabe y que no debe ser escuchado, sin importar cuan preparado este. Una de las malas costumbres del venezolano es no escuchar porque simplemente a ellos nadie los escucha. ¿Cómo podrá salir adelante un país que no escucha a sus propios habitantes? ¿Cómo un  país saldrá adelante si no confía en el potencial nacional que se ha preparado durante muchos años?. En estos momentos es cuando más el país necesita aprender a escuchar, a escuchar al otro y respetar los distintos ideales.
Venezuela es un país sin liderazgo. En este país se puede decir que los políticos llamados “lideres” han fracasado. Tenemos un liderazgo excesivamente tímido y limitado por imposiciones de afuera y amenazas de adentro. Un liderazgo que le teme a la protesta callejera, a un aguacero, a un cuestionamiento de las masas. El venezolano durante estos años ha tenido una idea errónea de lo que significa un líder. Un líder es aquel que posee competencias de valoración personal, en el manejo del riesgo, en la comunicación y sobretodo en la capacidad negociadora, el que posee presencia y visión a un futuro en un país para el derecho, el trabajo y la justicia. Nuestro país debería cambiar su forma de elegir a los lideres, se debe empezar a ver el curriculum de cada cual que se postula a ser un líder, para asi ver si tiene las características necesarias y esenciales de un líder.
Venezuela es un país de cómplices. En Venezuela hay una corrupción en todo sentido, todos son testigos de lo que pasa y nadie lo denuncia porque por ser un familiar o un amigo esta bien que eso suceda. Por ejemplo, se ha acostumbrado actualmente que cuando se necesite un papel importante bien sea cedula, pasaporte, licencia, etc , te lo harán imposible pero si pagas al gestor, usas la palanca, entre otros, todo se conseguirá. ¿Cómo un venezolano se puede quejar de la corrupción si ellos mismos son los primeros en ser cómplices? .
Venezuela es un país sin justicia y sin democracia. Actualmente da lo mismo tener ley que no tenerla, ya que esta no se cumple. La verdad es que vivimos en un estado donde nos sentimos afortunados si somos de los privilegiados que podemos entrar y salir irrespetando las reglas establecidas. Todos afirman la igualdad de todos los ciudadanos en sus derechos, oportunidades y responsabilidades pero esto no se practica. La democracia consiste en la libertad para ser diferente y expresarse diferente. Esto se puede observar en las escuelas y universidades están llenas de maestros y profesores que exigen a sus alumnos pensar como ellos, y memorizar lo dicho, en el país las personas piensan que graduarse significa tener una gran capacidad de memorizar, copiar y complacer al profesor.

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